martes, 13 de julio de 2010

Nuestro amor era igual que una tarde de abril, que también es fugaz como ser feliz. Pudo ser y no fué, por ser la vida como es. Nos dió la vuelta del revés. Lo ves, lo ves. Nuestro amor era igual que una mañana sin fin. Imposible también como no morir, dejó de ser o será. Porque el diablo es como es, Juega contigo al esconder. Lo ves, lo ves. Y ahora somos como dos extraños más que van quedándose detrás. Yo sigo enamorado y tú sigues sin saber si lo has estado y si te quize alguna vez. Lo ves, lo ves. Después nos hemos vuelto a ver alguna vez y siempre igual, como dos extraños más que van quedándose detrás. Este extraño se ha entregado hasta ser como las palmas de tus manos. Y tú solo has actuado yo aún sabiendo que mentias me calle y me preguntas si te ame. Lo ves, lo ves. Yo que lo había adivinado y tú sigues sin saber que se ha acabado por una vez escuchame. Lo ves, lo ves. Mirandonos aquí diciendo adios..

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